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Lección 2. Breve recorrido por la historia de la filosofía

    Para comprender el presente de la filosofía, es necesario mirar su recorrido histórico. A lo largo de más de dos milenios, los filósofos han debatido sobre el origen del conocimiento, la verdad, la justicia y el sentido de la vida. Cada época ha aportado preguntas y respuestas que han moldeado nuestra forma de pensar.

    En esta lección haremos un recorrido por tres grandes momentos: la filosofía antigua, la filosofía medieval y moderna, y la filosofía contemporánea. El propósito no es memorizar nombres ni fechas, sino reconocer cómo cada etapa reflejó las inquietudes de su tiempo y cómo esas ideas siguen influyendo en nuestra vida actual.

    La filosofía antigua nació en Grecia hacia el siglo VI a.C., aunque también encontramos tradiciones filosóficas en Oriente, como el confucianismo en China o el hinduismo en India. En Grecia, los llamados presocráticos fueron los primeros en preguntarse por el origen del universo sin recurrir a explicaciones mitológicas. Tales de Mileto, por ejemplo, propuso que el agua era el principio de todas las cosas, mientras que Heráclito afirmaba que todo estaba en constante cambio.

    Más tarde, Sócrates revolucionó la filosofía al poner el énfasis en la ética y en el autoconocimiento. Su método de preguntas y respuestas (la mayéutica) buscaba que las personas reflexionaran por sí mismas. Platón, su discípulo, defendió la existencia de un mundo de ideas perfectas como base de la realidad, y Aristóteles, a su vez, se interesó por clasificar el conocimiento, sentando las bases de la lógica y la ciencia.

    En Oriente, pensadores como Confucio plantearon la importancia de la virtud y la armonía social, mientras que textos como los Upanishads en India reflexionaban sobre la unidad entre el ser humano y lo divino. Estas tradiciones muestran que la filosofía no es exclusiva de Occidente, sino una inquietud humana universal.

    Figura 5
    La filosofía es una inquietud humana

    La filosofía es una inquietud humana

    Durante la Edad Media, la filosofía estuvo profundamente ligada a la religión. En Occidente, pensadores como San Agustín y Tomás de Aquino intentaron conciliar la fe cristiana con la razón. Mientras Agustín subrayaba la importancia de la interioridad y la búsqueda de Dios, Aquino adoptó las ideas de Aristóteles para sostener que la fe y la razón no eran opuestas, sino complementarias.

    Con la llegada de la modernidad en los siglos XVI y XVII, la filosofía se desplazó hacia el ser humano y su capacidad de conocimiento. René Descartes inauguró esta etapa con su método de la duda, buscando certezas firmes a partir del pensamiento mismo: “pienso, luego existo”. Otros filósofos, como John Locke y David Hume, dieron prioridad a la experiencia y a la observación como fuentes de conocimiento, sentando así las bases del empirismo.

    El siglo XVIII, conocido como la Ilustración, impulsó la confianza en la razón, la libertad y el progreso humano. Immanuel Kant propuso un sistema que integraba razón y moral, defendiendo la autonomía y la dignidad de las personas. Estas ideas influyeron en la política, la ciencia y los derechos humanos, transformando radicalmente la vida social y cultural de Europa y, con el tiempo, del mundo entero.

    Figura 6
    Pienso, luego existo

    Pienso, luego existo

    El siglo XIX y el XX abrieron un abanico de corrientes filosóficas que responden a los cambios sociales, científicos y políticos de la modernidad. El existencialismo, representado por pensadores como Kierkegaard, Nietzsche y Sartre, puso en el centro la libertad, la angustia y la responsabilidad individual. El ser humano dejó de ser visto como una pieza fija de un orden universal para convertirse en un sujeto libre y creador de su propio sentido.

    Al mismo tiempo, la filosofía analítica se desarrolló en países anglosajones, enfocándose en el lenguaje y la claridad lógica. Por otro lado, corrientes como la fenomenología de Husserl o Heidegger exploraron la experiencia subjetiva y la manera en que percibimos el mundo.

    En la segunda mitad del siglo XX, filósofos como Michel Foucault analizaron las relaciones entre poder y conocimiento, mientras que pensadoras como Simone de Beauvoir y Judith Butler cuestionaron las construcciones de género. Hoy en día, la filosofía aborda cuestiones urgentes como la ética de la inteligencia artificial, el impacto del cambio climático y la justicia global, demostrando que sigue siendo una herramienta vital para pensar nuestro presente y futuro.

    El recorrido por la historia de la filosofía nos muestra que las preguntas esenciales han acompañado a la humanidad desde sus inicios, pero que las respuestas varían según el contexto histórico, cultural y social. La filosofía antigua sentó las bases del pensamiento crítico; la medieval y moderna colocaron en tensión la fe, la razón y la ciencia; y la filosofía contemporánea abrió el horizonte a nuevos desafíos en un mundo globalizado y tecnológico.

    Más que una línea cronológica, este viaje nos revela que la filosofía es un proceso vivo: lo que pensaron Sócrates, Kant o Sartre no está encerrado en los libros, sino que sigue iluminando nuestras propias preguntas hoy.

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