Introducción
En el camino hacia la creación de una ventaja competitiva, comprender y gestionar adecuadamente los recursos de tu empresa es fundamental. Sin embargo, no basta con poseer recursos; la clave está en transformarlos en capacidades organizativas únicas y difíciles de imitar. En esta lección exploraremos la diferencia entre recursos y capacidades, y cómo la integración estratégica de elementos tangibles, intangibles y humanos puede generar valor excepcional. Aprenderás a identificar y combinar estos activos para construir procesos, estructuras y competencias que potencien la innovación y la eficiencia en tu negocio, permitiéndote responder a las exigencias del mercado de manera ágil y competitiva.
Desarrollo del tema
¿Qué son los recursos y qué son las capacidades?
Hasta ahora, hemos hablado de recursos y de cómo alinearlos para desarrollar capacidades específicas. Estas capacidades pueden ser exclusivas de tu empresa y difíciles de imitar por otros. Esto puede deberse a que son conocimientos tácitos, una ubicación privilegiada o un componente específico que solo tú posees. Los recursos pueden clasificarse en tres categorías:
- Tangible: elementos físicos como instalaciones, maquinaria o materia prima.
- Intangible: conocimientos, reputación, cultura organizacional.
- Humanos: talento, habilidades y experiencia de las personas que trabajan en la empresa.
Las capacidades surgen cuando los recursos se combinan estratégicamente para crear valor y una ventaja competitiva.
Figura 5
En ocasiones, no se dimensiona adecuadamente la importancia de los recursos intangibles

Recursos humanos
Para cualquier empresa, contar con el equipo adecuado es crucial. Esto incluye al emprendedor, quien a menudo cumple múltiples roles en las primeras etapas del negocio.
A medida que una empresa crece, la necesidad de contar con especialistas se vuelve evidente. Para encontrar el equipo adecuado, es útil realizar un análisis de necesidades de trabajo.
Ejemplo práctico:
Si fueras a contratar a un gerente de tienda, podrías listar:
- Tareas: gestionar inventario, supervisar empleados, atender clientes.
- Funciones esenciales: mantener niveles de stock, asegurar ventas diarias, liderar el equipo.
- Requisitos: experiencia en gestión minorista, habilidades de liderazgo, conocimientos básicos de contabilidad.
Recursos tangibles y «know-how»
Los recursos de una empresa están interconectados. Volviendo al ejemplo de la carpintería, el conocimiento de un instructor, las herramientas y la madera trabajan en conjunto para producir una silla.
En particular, existe un vínculo entre el ‘know-how’ y los recursos tangibles, que a veces puede ser difícil de desentrañar.
Figura 6
Los recursos tangibles, intangibles y humanos están interrelacionados

Cuando pensamos en la economía como algo basado en el conocimiento o la información, es fácil olvidar que el reajuste de los recursos tangibles podría ser una fuente de innovación y proporcionar una ventaja competitiva. Por ejemplo, se ha hablado mucho sobre el papel de la tecnología en la creación de innovaciones disruptivas. Las empresas tecnológicas pueden alterar mercados enteros usando la tecnología para satisfacer una demanda no cubierta. Esta disrupción suele ocurrir a un precio más bajo o al eliminar niveles superfluos de servicio (Christensen et al., 2015).
Además, el conocimiento y la tecnología pueden ser una fuente de innovación y ventaja competitiva. Esto puede verse en la innovación disruptiva, donde empresas más pequeñas desafían a líderes del mercado mediante soluciones más eficientes o económicas.
Ejemplos:
- Innovación basada en la demanda. Netflix cambió la forma en que consumimos entretenimiento, eliminando las tiendas de alquiler de películas.
- Innovación basada en la oferta. Apple revolucionó el mercado de teléfonos al convertirlos en computadoras portátiles.
Las empresas pueden generar valor al reorganizar recursos tangibles e intangibles de nuevas maneras, creando soluciones únicas en su sector.
Mapeo de capacidades organizativas
A menudo, es más fácil reconocer y nombrar los recursos tangibles. Los recursos intangibles, por su propia naturaleza, pueden ser más difíciles de abordar. A veces, se puede ver que el impacto combinado de los recursos tangibles e intangibles produce un efecto que parece ser más que la simple suma de sus partes: se complementan y se potencian entre sí de una manera que crea algo más grande y mejor. Por otro lado, cuando no se combinan bien, el efecto parece ser menor por alguna razón. Cualquier fanático sufrido de un equipo deportivo reconocerá esto, especialmente cuando las cosas no salen como se esperaba.
Grant (2010) sugiere que, para poner juntos tus recursos de manera exitosa, necesitas pensar en lo siguiente (lo que se ha explicado aquí con la ayuda del ejemplo de un restaurante):
- Los procesos involucrados y la secuencia de diferentes acciones que permiten que ocurra una transformación (por ejemplo, servir una comida en un restaurante: decidir una receta, decidir las cantidades, obtener y comprar los componentes de los alimentos, preparar cada elemento, mezclar ingredientes, cocinar, repartir, presentar y servir la comida, tomar el pago).
- La estructura organizativa, cuán efectivamente está coordinada, a menudo implicando cosas simples como la co-localización o cosas aparentemente simples como el compartir (por ejemplo, ¿la preparación de los alimentos se hace en la cocina del restaurante? ¿La compra se realiza de manera centralizada? ¿Una cocina prepara para más de un restaurante?).
- Motivación, si las personas son capaces de ser efectivas al realizar el potencial de los recursos (por ejemplo, ¿el personal de espera está capacitado? ¿Entienden el menú? ¿Son capaces de recomendar opciones de bebida adecuadas? ¿Existe un sistema de recompensas, como propinas o una parte de los cargos por servicio?).
- Alineación, si todos estos elementos se combinan para garantizar una buena adaptación a las necesidades y deseos de los clientes (por ejemplo, ¿está el restaurante ubicado en un buen lugar con alto tráfico peatonal? ¿La capacidad de reclutar buenos empleados de cocina y de atención al cliente? ¿Se pueden obtener los alimentos de forma local y sostenible para satisfacer la demanda y los estándares de calidad esperados?).
Conclusiones
Pasar de los recursos a las capacidades es un proceso crítico para la transformación y sostenibilidad de cualquier empresa. Mientras que los recursos representan los elementos básicos —desde instalaciones y tecnología hasta conocimientos y talento—, son las capacidades las que emergen al combinarlos de forma estratégica, creando algo mayor que la suma de sus partes. Este enfoque no solo permite aprovechar mejor las fortalezas existentes, sino también fomentar la innovación y generar ventajas competitivas duraderas. Al analizar y optimizar tanto los aspectos tangibles como intangibles, podrás diseñar procesos efectivos, estructurar equipos sólidos y responder de manera adaptativa a las demandas del mercado. En definitiva, transformar tus recursos en capacidades es el motor que impulsa el crecimiento, la eficiencia y el éxito a largo plazo de tu negocio.